[La campaña del ruido] alegremente entra en la recta final

Por: Matías Reynoso Vízcaino – Analista político

Hoy, bien temprano, la Junta Central Electoral inició lo que sería la última vuelta del proceso de arbitrar las primarias abiertas y cerradas entre los partidos PLD y PRM.

Mejor dicho, de cargar con la responsabilidad de contarle bien los votos a aquellos ciudadanos que indefectiblemente salen a votar cumpliendo con el llamado cívico que les hizo la nación a través de ellos mismo (JCE).

La convocatoria es para que ciudadano ejerciera su derecho al sufragio como un acto cívico, libre y secreto con capacidad de elegir a cualquiera de los candidatos que se presente en el torneo y por demás, sea también de su preferencia.

De igual manera por el otro lado tenemos entre la ciudadanía a cientos de miles de dominicanos que por hache o por be no votarían por uno ni por el otro.

En el último caso interpuesto a groso modo más arriba de aquellos ciudadanos que no votarían en las primarias hay un sinnúmero de personas que no sufragarian por ejemplo: los militares no votan, tampoco el personal de apoyo que trabaja en la JCE (supongo que es para no crear malos entendidos en las primarias internas de la que ellos mismos son árbitros), los ricos no votarian ni se mueven de su confort, ni la mayoría de la clase media alta; mucho menos los que no creen en el proceso democrático (en especial aquellos que vendieron su cédula, la consciencia y el futuro por un «pote de romo» más quinientos pesos, por lo qué no irían a votar ni borrachos).

En consecuencias navega la posibilidad de ampliarse el margen de abstención según las primarias internas celebradas en el pasado. Es decir, en el caso que nos compete de las primarias simultáneas abiertas pudiera rondar del 55% al 60% y las cerradas del 40% al 45% de abstención.

Por primera vez en la República Dominicana se celebra un torneo inédito de preprimarias simultáneas consistentes en el libre paso de elegir a los candidatos a la presidencia del país, senadores, diputados, alcaldes, regidores y directores distritales, en esta ocasión, de los dos principales partidos políticos antes mencionados.

Por lo tanto, todos y todas recogemos con gran esfuerzo el hecho de establecer la cultura de votación con la modalidad del Voto Electrónico, el cuál apenas está en pañales.

Muchas cosas positivas sacaremos de este primer torneo…algo curioso e interesante es que quienes resulten ganadores pasan a hacer oficialmente candidatos según la posición que libró en el esquema de primarias con el voto y conteo electrónico.

Una alta probabilidad es que el votante mantenga la misma intención del voto (producto de la experiencia adquirida).

En efecto y en sentido general por el momento, todo marcha bien: la delegación de observadores internacionales llegaron al país, se registraron, se instalaron y quedaron acreditados en sus funciones.

Además de la sociedad civil, la iglesia, los medios de comunicación, los empresarios… hicieron de tripa corazón para que la JCE llegue a la meta con buenas piernas y niveles óptimos en ritmo, consistencia e hidratación . ¡Arriba!

El proceso de votación comenzó a las 8:00 de la mañana y estará abierto hasta las 4:00 de la tarde, hora límite para que todo el que quiera ejercer el voto lo haga libremente.

Inmediatamente se iniciarán la formalidad del cierre de las actas, la conexión de las datas con el centro de cómputo de la JCE, la emisión de boletín número cero entre otras cosas hasta tener finalmente el primer boletín emitido oficialmente por la voz de la JCE.

(No es recomendable escuchar otra voz que no sea la que ellos mismos den o autoricen a que lo hagan)

En lo que llega y pasa ese proceso, quizá se estarían infartando algunos candidatos.  El reloj marcará las horas… otros se morderán las uñas… al colmo de hasta castañeteando los dientes de una mandíbula a la otra cada vez más rápido sin razón aparente alguna, esperando el resultado de los ganadores.

Si el proceso termina como ha sido programado el ganador no sería propiamente el candidato, sino el pueblo dominicano; por ende no habrá perdedores.

[…] al día siguiente, bien temprano, sale el sol.