El presidente Macron demanda a la influencer Candace Owens por difamación en Estados Unidos

El presidente Emmanuel Macron de Francia y su esposa, Brigitte Macron, han interpuesto una demanda por difamación en los Estados Unidos contra la influencer conservadora Candace Owens. Esta acción legal surge tras las declaraciones públicas de Owens, quien aseguró que la primera dama francesa «es un hombre», generando controversia internacional y fuertes reacciones en redes sociales.
Detalles de la demanda por difamación presentada contra Candace Owens
La demanda fue presentada en un tribunal de Delaware e incluye 22 cargos contra Owens, acusándola de diseminar afirmaciones «falsas» sobre la primera dama de Francia. El documento señala que estas declaraciones se hicieron con el propósito de aumentar la notoriedad y el lucro de Owens mediante su plataforma digital, lo cual habría desencadenado una «campaña de humillación global» en perjuicio de Brigitte Macron.
En la demanda se cita como afirmación principal el comentario de que Brigitte Macron nació como Jean-Michel Trogneux, nombre de su hermano, insinuando una supuesta transición de género. La pareja Macron considera que tales alegaciones son invasivas y deshumanizantes, señalando que ignoran reiteradas solicitudes de rectificación ante la evidencia documental que demuestra que la primera dama nació mujer bajo el nombre de Brigitte Trogneux.
Principales argumentos presentados en el tribunal
- Campaña de difamación: Publicaciones en redes sociales y productos alusivos que denigran a la primera dama.
- Negativa a retractarse: Owens ignoró tres solicitudes formales de retractación y continuó promoviendo las acusaciones.
- Búsqueda de compensación: Macron y su esposa solicitan reparación por daños, costos legales y medidas adicionales a determinar por el tribunal.
Desinformación y responsabilidad en redes sociales
La acción legal iniciada por el presidente Macron pone en el centro del debate el problema de la desinformación y sus consecuencias para personas expuestas públicamente. Más allá de la reparación del daño a la imagen de la primera dama, el caso pretende sentar un precedente sobre la responsabilidad de los influencers y creadores de contenido cuando difunden información que puede afectar la vida personal y pública de terceros. La resolución de este caso podría influir en futuras acciones legales por difamación en el entorno digital internacional.
¿Consideras que los influencers deberían ser responsables legalmente por las declaraciones que hacen en redes sociales? Comparte tu opinión en los comentarios y participa en el debate sobre la responsabilidad digital.