UN PAÍS FELIZ
Por: Angel Puello
Los dominicanos aparecemos en el curioso número 69 en el ranking anual de los países más felices del mundo en el World Happiness Report -el Informe Mundial de la Felicidad-, que desde hace más diez años elabora la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (conocida como SDSN por sus siglas en inglés). Este organismo, que depende de las Naciones Unidas, ha hecho esta evaluación donde demuestra que es posible medir la felicidad a través de encuestas de opinión.
Esta información es una herramienta susceptible de ser utilizada por las naciones a la hora de diseñar políticas que ayuden a lograr personas más felices. El listado publicado en este 2022 lo encabeza una vez más Finlandia.
Este primer lugar en la felicidad de Finlandia lo hace ser para muchos el mejor país del mundo ya que, varios índices lo colocan como el país más estable, más seguro y mejor gobernado del mundo.
También se ha ganado el tercer puesto entre los países más ricos y entre los menos corruptos, el segundo entre los más progresistas socialmente y el tercero por su justicia social.
Vamos a mencionar sus inicios y muchos de los secretos que hacen de Finlandia, el país más feliz del mundo, lo hacemos porque pensamos que haciendo lo que se debe hacer, podríamos los dominicanos pasar del lugar número 69 a uno de los 10 países más felices del mundo.
Se recuerda que cuando el Parlamento finlandés declaró la independencia el 6 de diciembre de 1917, el país nórdico, por entonces un Gran Ducado perteneciente al Imperio Ruso, era una de las regiones más atrasadas de Europa y tres de cada cuatro habitantes vivían en condiciones de mucha pobreza.
Sin embargo, fue el propio Lenin, el primer líder mundial en reconocer la independencia. Finlandia es de los líderes en los índices que miden el nivel de vida, la innovación, la calidad educativa y la justicia social.
El llamado milagro Finlandia inició en los años 70 y se vieron resultados notables en los años 90 con una serie de reformas innovadoras.
En un lapso de 30 años, Finlandia transformó un sistema educativo pobre, mediocre e ineficaz en una sorprendente incubadora de talentos que encabezó rankings mundiales de desempeño estudiantil y apalancó el nacimiento de una economía altamente industrializada y todo gracias a su curioso modelo educativo.
